¿Quién, estando en una fiesta, no ha recibido alguna vez una pregunta del tipo "Y TÚ, A QUÉ TE DEDICAS"?
Como profesor de Feldenkrais, muchas veces. Tantas como veces he tratado de articular un discurso que no dibuje en la cara de interlocutor una gigante interrogación.
Pero entonces, ¿eres fisioterapeuta? En mi caso es una pregunta trampa, porque lo soy; pero el Método Feldenkrais no es algo que aplican exclusivamente fisioterapeutas ni tiene solo una orientación terapéutica.
Cómo hablar de un trabajo que entra dentro del paradigma de la educación somática (concepto que ya en sí mismo requiere una explicación) pero que entre sus efectos cuenta con la capacidad de mejorar la salud y aliviar dolores.
Cómo romper, amablemente, con algunos de los paradigmas del conocimiento común, como que el cuerpo y la mente son cosas distintas o que no siempre el esfuerzo y el dolor son el mejor camino para mejorar en aquello que deseamos.
Os dejo para descargar el artículo de Larry junto con un vídeo mío en el que os hablo de mi opinión y mi forma de explicarlo.
En muchas partes de nuestro cuerpo hay algo parecido a una piel, que hace las funciones de protección, contención o tiene la capacidad de sentir.
Los huesos tienen el periostio, el corazón tiene el pericardio y los pulmones tienen la pleura.
Moshe Feldenkrais creó una serie de lecciones dedicadas a la relación entre la pleura, la estructura de los pulmones, el sostén de la caja torácica y la columna y la función de la respiración.
AY#203 "Pegar los pulmones 3" ("Gluing the lungs 3") pertenece a esta serie que tiene la capacidad de cambiar profundamente lo que creemos acerca del proceso de respirar.
Donde muchas personas creen que respirar es como hinchar un globo, metiendo el aire a presión para vencer la resistencia de la estructura e introducir el aire, la realidad es que la respiración funciona más como un fuelle. En una estructura cerrada y elástica con un solo orificio para la entrada y salida, aumentar el volumen produce que el aire entre dentro por succión.
¿Recuerdas aquello que escribe Feldenkrais varias veces en algunos de sus libros? Es como un mantra que vuelve en cada lección que hago. Hoy te la escribo como aparece en la traducción al castellano del libro "La sabiduría del cuerpo"
"La conducta de los seres humanos está firmemente basada en la imagen que se han creado de sí mismos. En consecuencia, si alguien desea modificar la propia conducta, debe modificar necesariamente su autoimagen"
Estas son alguna de las claves para las ATM de la serie "Pegando los pulmones":
- ¿Qué ocurre cuando cambias la imagen que tienes de la respiración?
- ¿Cuál es la relación entre una respiración libre y el sostén de tu caja torácica, que cuelga sin esfuerzo por delante de tu columna vertebral?
- ¿Pueden tus pies desplazarte con más ligereza si por encima el pecho es libre?
- Si lo piensas, respirar es una de las más profundas expresiones de tu relación con el entorno. No solo es meter y sacar aire. El oxígeno contenido en el aire penetra dentro de ti, se une a tus glóbulos rojos y se distribuye a cada una de las células que te componen. Eso es sistémico...
¿Cómo conseguir todo esto tomando consciencia del trabajo de un solo músculo, el diafragma, que se mueve de forma rítmica, hacia arriba y hacia abajo, libre y elástico?
Alguien tras la clase me regaló estas palabras, que le llegaron después de la experiencia:
“El hombre es un niño que ha dedicado toda la vida a limitarse, a verse limitado y a aceptarse limitado.” John Milton, Paraíso perdido
¿Hora de darte cuenta de que los límites no son estáticos
y están más lejos de lo que piensas?"
Quizá quieras probar esta y otras lecciones de la serie "La profundidad de lo superficial", la piel y sus profundas implicaciones en tu autoimagen. Pide más información pinchando en el botón.
Me gusta pensar que las caricias son el centro de esta lección.
La piel, ese órgano dedicado a dar y recibir de forma inseparable. Cuando tocas, todo lo que quieres expresar lo transmites a través de la piel; toda esa expresión llega a otra piel. En palabras del propio Moshe Feldenkrais:
"A través del contacto dos personas, la que lo inicia y la que lo recibe, pueden transformarse en una nueva totalidad: dos cuerpos, al estar unidos por dos brazos y manos, se convierten en una nueva entidad. Estas manos sienten, a la vez que dirigen. Tanto el que recibe el contacto como quien lo inicia perciben lo que sienten a través de las manos, aunque no comprendan ni sepan lo que se está haciendo."
AY#37 "Deslizando a lo largo de la pierna" ("Sliding along the length of the leg") tiene el especial interés de que la persona que toca y la que es tocada es la misma. Descubrir en ti la calidad y la calidez de tu tacto y el beneficio profundo de tu toque amable y amoroso.
Y también, desde mi lugar de ser el profesor que la estudió y la enseñó, el aliciente de la duda: ¿cuál es el mecanismo que subyace por debajo de esta clase? ¿Cómo es que deslizar las manos por sobre la propia piel acaba teniendo el profundo efecto que aparece? Cuando me he tenido que parar a pensar qué quería escribir sobre esta ATM, me he dado cuenta de que me faltaban respuestas.
No, no lo sé todo... y creo que esto también me mantiene vivo, en el camino de la curiosidad y el aprendizaje. De esto hablaba con una compañera de Argentina justo ayer. Muchas cosas no han quedado explicadas en el Método Feldenkrais y otras precisan revisión y nuevas explicaciones. Para mí es parte de lo que hace apasionante este trabajo: que me lleva a mirarme, conocerme, comprenderme, preguntarme y, finalmente, compartiros el fruto de tantas preguntas.
Quizá sea más lúcido en este punto compartir una de las experiencias que tuvieron mis alumnas. Esto recogí como devolución en esta semana:
"Las piernas entre ligeras y fuertes, y con sensación de continuidad, distingo todas las partes de la pierna y es un conjunto, y en la espalda, noto como la prolongación de las piernas hacia arriba, como una corriente de fuerza."
Honestamente, no lo sé todo. Pero mientras voy sabiendo algunas cosas más, me alegra recoger vuestras palabras y reconocer que la maestría también me viene de escucharos.
Gracias por permanecer en el proceso, en la exploración y el compartir.
Es impresionante la capacidad del sistema nervioso para generar imágenes y considerarlas como parte de la realidad. Numerosos experimentos en el campo de la neurociencia han demostrado que "se puede engañar al cerebro" con sencillos trucos y con el objetivo de mejorar las el funcionamiento. Uno de los libros que más claramente muestra lo que digo es "El cerebro se cambia a sí mismo" de Norman Doidge. Una lectura sorprendente, fascinante y que nos hace pensar en lo lejos que estamos de comprender nuestro potencial.
"Es más sencillo imaginar movimientos o sensaciones
que nos resulten conocidas, incluso en las que
tenemos un cierto grado de maestría"
Así encontramos el máximo beneficio a la imaginería motora o sensitiva"
Una de las estrategias habituales es bastante conocida en general, aunque muchas veces no se aplica adecuadamente para extraer todo su rendimiento. Se trata del uso de la imaginación (visualizarse a uno mismo realizando un movimiento o imaginar una sensación) Parte del efecto tiene que ver con lo conocida que nos resulte la imagen o la sensación que se pretende recrear.
En AY#167 "Moldear un cuero detrás del cuerpo" ("Molding a skin behind the body") Moshe Feldenkrais recrea la imagen de una manta o un trozo de cuero suave y fino que se adapta a la forma del cuerpo cuando una persona se tumba boca abajo.
El cotidiano hecho del contacto con la ropa o con las sábanas, hace que esta clase gane fuerza. El sistema nervioso, aunque no tiene en la piel de la espalda su percepción más fina , sí tiene el hábito de sentir ese contacto a diario, aunque no te des cuenta porque el propio sistema se encarga de cribar esa información por constante e irrelevante (función de la que se encarga la Formación Reticular, una parte muy importante del sistema nervioso)
Entre las funciones de la piel, encontramos la de darnos forma y servir como contenedor, nos da continuidad y unidad. A mí mismo me resulta un fascinante cómo esta ATM tiene esa capacidad transformadora y me despierta la curiosidad de descubrir los mecanismos que conectan la piel con el movimiento y la postura.
Uno de mis alumnos, unos días después de la lección, me escribió un correo contándome sus sensaciones. Algo de lo que me cuenta es esto:
"Me he despertado con la conciencia pegada al cuerpo, no con retazos como pasó alguna vez; cada movimiento marca el contorno, y el límite del otro lado a la vez (esto es lo nuevo para mí)"
Este alumno describe la sensación de "primera vez"...
Pasamos toda la vida dentro de nuestra piel y el Método Feldenkrais tiene la capacidad de sorprendernos con una imagen completamente nueva. Volver a traer la piel al primer plano de la atención, descubrir sus sutilidades, sus secretos y su capacidad de definirnos... efectivamente, es la sensación de "la primera vez"
Si tienes curiosidad y quieres saber cómo tener acceso a mis clases en directo, online o en diferido, contacta conmigo en el botón que tienes debajo.
Para repetir la clase, por favor sigue este enlace
Gracias por estar ahí...
Escribió Julio Cortázar en "Rayuela" una de las frases más conocidas de la literatura universal: "Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"
Sin esperarlo, un sentido parecido se desliza en la clase de Feldenkrais que di esta semana. Si quieres saber por qué se conecta una ATM con este fragmento literario, tómate 3 minutos para leer.
Los días pasados exploramos una lección llamada "Manos de cirujano" ("Surgeon´s hands") Dicen, y quizá sea verdad, que Moshe Feldenkrais iba a ser operado de los ojos y que preparó una serie de lecciones para mejorar el tacto y la precisión del cirujano.
Más allá de la veracidad de esta historia, la ATM sigue visitando, a través de la piel y el contacto, el mundo de lo sensitivo.
La semana anterior, tuvimos una clase centrada en la cavidad craneal, la lengua, los labios y la cara, que son zonas de altísima sensibilidad. Pocas zonas de la piel nos resultan tan identitarias como la cara.
"¿Qué ocurre cuando, en vez de buscar activa e intencionalmente los estímulos sensitivos, dejamos que lleguen a nosotros, de una forma prácticamente casual?"
Esta semana fueron las manos, de una manera muy especial. Acostumbramos a buscar los estímulos sensoriales de forma activa. Hacemos un gesto con la cara y entrecerramos los párpados para mirar con atención, orientamos el oído o la nariz hacia el origen de un sonido o un olor... y activamos nuestras manos y nuestros dedos, poniendo total atención en las puntas para reconocer cualquier objeto al tacto. Y aquí viene el encuentro literario:
A lo largo de esta ATM, las manos se mueven: a veces la una hacia la otra, a veces recorriendo la piel de la cara, pero sin poner ninguna intención ni acción concreta en los dedos. Los brazos se mueven y esto hace que las manos se encuentren sin buscarse. Con los ojos cerrados, cada contacto de los dedos, yema con yema, es casi una sorpresa. Un juego para los sentidos cada vez que un dedo se encuentra con su simétrico de la otra mano; reconocer realmente si hay un dedo que toca y otro que es tocado o si la sensación ocurre en ese lugar misterioso donde se roza piel con piel.
Y después, la mano deslizándose por la piel de la cara. También sin intención ni actividad. La mano se posa blandamente en la cara y es movida desde el hombro y el codo. Alguien me habló después de la sensación que le produjo sentir su mano moviéndose por su rostro a la vez que parecía la mano de otra.
Nuevamente el placer, la sensualidad, el estado de quietud y meditación, la construcción de la autoimagen y la identidad. A la vez, solo a través de esta sencilla práctica, toda una reorganización de la posición en pie, la ligereza de la respiración, la altura de la cabeza y la mirada, apertura en los ojos y en el pecho... Poco a poco se va revelando la importancia de este órgano tan particular.
Con tres semanas aún de trabajo por delante, continúo leyendo sobre la piel a la vez que preparo mis próximas clases y sólo puedo decir que me encuentro fascinado. Te espero en este viaje hacia la profundidad de lo superficial...
Fue hablando con mi amigo, mentor, maestro y hermano del alma, Lautaro Serino cuando llegué al título que quería ponerle al siguiente ciclo de trabajo (si pincháis sobre su nombre podéis ver un vídeo con un entrevista que le hicieron unos días atrás, hablando justo sobre la piel y otros temas... Lautaro nunca habla de una sola cosa)
Casualidades que tiene el hecho de haber pasado formaciones, trabajo, experiencias, viajes y cervezas juntos... me dijo que estaba pensando en trabajar temas relacionados con la piel, justo cuando yo estaba cerrando el ciclo anterior y empezaba el siguiente, que desde enero tenía programado que sería sobre la piel. Hablando, divagando, intercambiando ideas... se descolgó una frase: "La piel es muy profunda" Algo hico click dentro de mi.
A estas alturas me conozco (un poco) y sé de mi gusto por ser indirecto y provocador, moverme lejos de lo evidente y darle rienda a los caminos que se abren en mi interior. Por eso decidí iniciar el ciclo dedicado a reconocer la piel con una ATM como AY#126: "La boca y la cavidad craneal" ("The mouth and the head cavity") con un pequeño añadido de otra lección.
Moshe Feldenkrais explicaba a sus estudiantes que los órganos sensoriales parecen tener más de una función, por ejemplo la nariz, que nos permite percibir olores, pero también nos sirve para respirar.
"La piel tiene conexión con la identidad, el límite
el reconocimiento de quién somos...
pero a su vez es una de las más importantes fuentes
de relación y conocimiento del medio y "del otro"
La clase, sin ir al detalle, se compone a través de tres temas.
- La LENGUA: es por donde empieza Feldenkrais esta clase, empezamos a darnos cuenta... la lengua también tiene "su piel" y por tanto, es capaz de percibir texturas, temperaturas, presión, dolor... El principio de la clase se dedica a explorar el espacio de la cavidad oral, utilizando la lengua en todas direcciones. Con su anatomía compleja, formada por múltiples músculos, su sorprendente variedad de movimientos y su alta sensibilidad, ponen el foco en una estructura que tiene una enorme influencia en nuestra autoimagen; piensa en como repercute en la imagen de alguien el idioma que habla y cuál es la implicación de la lengua en ello. Y es solo un ejemplo...
- La RESPIRACIÓN: la utiliza Feldenkrais para explorar la cavidad nasal. La temperatura del aire y la sensación que se genera cuando el flujo de aire mueve los minúsculos pelos en el interior de las fosas nasales, cómo el aire llega hasta la faringe... el más suave remolino generando una imagen de lo desconocido.
- La IMAGINACIÓN: explorar imaginariamente cavidades y escanear la craneometría (medidas del cráneo) distancias, grosores, espacios... allí donde ni la lengua ni el aire pueden llegar, para completar la imagen de la cabeza.
Yo añadí una pequeña parte: trabajar específicamente con los labios, aprovechando que el lunes fue el Día Internacional del Beso. Los labios tienen una de las mayores densidades de receptores sensitivos del cuerpo (si no es el lugar más sensitivo, por encima incluso de las yemas de los dedos) y su piel es una de las más finas que hay en toda nuestra superficie (si no la más fina)
Con diferencia, esta ATM es la que más comentarios y reacciones ha producido entre mis alumnos en mucho tiempo:
- Una profunda sensación de bienestar.
- Sensación de estar levitando
- Por fin sentir la cabeza tridimensional.
- Ligereza y gran longitud en el cuello
- Mi amiga Irene, compañera de los años de carrera, poeta y mujer de gran sensibilidad me regaló un haiku... con ella se despiertan las ganas de leer poesía.
Y llegó... al principio pensé que no, luego confiaba en que no y, finalmente, llegó:
9 de abril de 2020, el día de mi cumpleaños, confinado en casa.
Supuestamente en mi calendario lo había anotado como semana libre. Puesto que no había más que hacer, les propuse a mis alumnas tener una clase extra. Mi regalo de cumpleaños para todos los que semanalmente me acompañan y exploran las ATMs que propongo. Regalar el día del propio cumpleaños. Alguien me lo contó alguna vez y me parece que me voy a sumar....
Decidí comenzar una iniciativa que llevaba mucho tiempo pensando y nunca había arrancado. Dar la clase de Alexander Yanai que corresponda con la edad que cumplo.
Así que tocaba un número mágico: AY#39 (sí, ya sabéis la edad que tengo): "Levantar la pierna mientras permaneces sentado" ("Lifting the knee while sitting") Nada que ver con toda la serie anterior que estaba proponiendo, acerca de "La organización de los giros"
"El Método Feldenkrais es una genial invitación a conocerte
utilizando el movimiento.
Y como todo proceso de conocer a alguien requiere
tiempo, paciencia, respeto y cuidado"
Una clase que, si sólo se lee en el texto, parece pequeña y sencilla. Puesta en acción require de esa genialidad que Moshe Feldenkrais propone y que nos cuesta siempre aceptar: haz los movimientos más pequeños, suaves y lentos. Y éste es un permiso que tiene que darse cada persona que se tumba en el suelo a practicar.
Comprender el Método Feldenkrais pasa por saber que trabajamos con el sistema nervioso y con la autoconsciencia que se genera a través del movimiento. Por tanto, cuanto más lenta, fácil, suave y atentamente exploremos las propuestas, mayor espacio habrá para la consciencia. Y si ante las dificultades te da por correr, hacer más, forzar o aguantar, también obsérvalo, porque probablemente es algo que no solo harás en una clase de Feldenkrais, sino también en tu propia vida.
Una vez más, el movimiento se convierte en la herramienta que te permite conocerte, apreciarte, aceptarte y aprender. Quizá sea la edad, pero a día de hoy imagino pocos regalos mejores que esto... aunque si quieres enviarme una botella de vino, también me alegraré mucho :)
Gracias por venir a mi fiesta y por estar ahí siempre.
Todavía quedan lugar recónditos, casi secretos, misteriosos y sorprendentes donde el movimiento ocurre sin que pensemos en ello ni nos demos cuenta.
¿Qué imágenes te genera un verbo como girar?
Quizá un cambio de orientación en tu cabeza, una dirección hacia la que mirar, un movimiento en tu columna vertebral... A lo mejor un cambio de dirección si estás andando o incluso un cambio más profundo... ¿Quién no ha querido "darle un giro a su vida"?
Pensé en esta lección para la última semana del ciclo "La organización de los giros" porque explora cómo es girar en un lugar poco conocido de tu ser: la superficie donde contactan tu fémur y tu tibia.
Una lección como AH 31/07/80: "La movilidad de la cadera - la mano bajo la rótula (parte 2) ("Mobility of hip – hand under kneecap"(part 2)) es un tesoro que precisó por mi parte una lectura pausada, mucha paciencia y comprensión.
Moshe Feldenkrais incorpora esta clase en el primer año de la última formación que inició, en Amherst (Massachusetts, EEUU) Intercala las instrucciones con largas disertaciones sobre el cerebro, la respiración, la dinámica de la columna vertebral en conexión con las piernas y otros temas. Una de las principales instrucciones consiste en, lentamente, explorar sobre un costado el giro de la tibia respecto del femur, con las rodillas dobladas 90º.
"Un movimiento que muchas veces se asocia a lesiones y molestias
puede ser la llave que abre la puerta a una mayor libertad
si cambias tu punto de vista..."
Un movimiento temido por muchos deportistas si ocurre al revés cuando, con el pie apoyado, el femur gira respecto de una tibia fijada y puede causar una grave lesión conocida como "la triada" Ese mismo movimiento, en la misma articulación, pero con el pie libre acaba resultando una poderosa herramienta.
A medida que la clase evoluciona, se hace más y más patente que el giro de la tibia respecto del femur es la llave que abre múltiples conexiones:
- Con el pie
- Con la cadera
- Con la pelvis
- Con las vertebras
- Con las costillas
- Con los omóplatos
- Con la respiración
- Con la cabeza
- Con los ojos
...
Este pequeño e inusual giro relaciona la tibia con otras partes en las que habitualmente sí pensamos al girar, que se reorganizan para seguir el movimiento iniciado desde la rodilla. Ya el título de la clase da una pista sobre lo que después desarrolla.
Esta variedad de conexiones hace que, al terminar la ATM, los alumnos puedan describir sensaciones que pasan por una mayor longitud en la espalda y la columna, una mejor movilidad en las caderas, una respiración libre, un caminar ligero, mayor amplitud en los giros o un cambio hacia el equilibrio y la estabilidad.
AH 31/07/80 es una ATM que se explora en muchas formaciones, talleres y clases públicas. Si te la mostraron en tu entrenamiento o la has experimentado como alumna, quizá quieras compartir tu experiencia.
Te escucho y te leo...
PD: Si te interesa saber cómo ha sido el trabajo de 5 semanas explorando "La organización de los giros" quizá quieras empezar a leer por aquí
¿Conoces el término AFFORDANCE?
Aunque no te suene de nada, en parte te pasas el día practicándolo.
Affordance explica cómo nuestro sistema nervioso (ya sabes que el cerebro es solo una parte de algo más grande) considera y prevé las posibles interacciones con el entorno. Es un proceso que el sistema nervioso realiza aunque no seas consciente, cuando se presenta una situación, interacción, persona, objeto...
"El sistema nervioso prevé las posibles interacciones
tomando en cuenta lo que sabe de tu cuerpo
y de la organización de tu estructura y movimientos"
¿En qué se basa el sistema para esta previsión? En la experiencia previa con ese objeto u otros similares, en señales que provienen del entorno y, muy importante, en las posibilidades que reconoce en base a la estructura y organización de tu cuerpo, es decir ¡EN TU AUTOIMAGEN!
No estoy seguro de cuánto Moshe Feldenkrais estaba en contacto con este concepto teórico, pero puedo ver cómo lo aplicaba constantemente en su trabajo. Una lección como AY#146: "Doblar la columna sentado en una silla" ("Bending the spine while sitting in a chair") es un bello ejemplo.
Nos quejamos muchas veces de los objetos, la altura de una silla, la incomodidad de un sofá, la estrechez del coche... que no digo que no tengan una influencia, pero mejor podemos poner la atención en cómo estamos interactuando con ellos, teniendo el cuenta el uso que nos damos derivado de nuestra autoimagen.
"La facilidad con que te puedes sentar sin tensión ni dolor en tus músculos, está relacionada con la orientación, dirección y
funcionalidad de tu caja torácica
La propuesta de esta lección tiene que ver mucho con el uso de nuestras costillas, 12 pares de huesos a izquierda y derecha, que forman una unidad funcional con esternón, clavículas, columna vertebral, pulmones, diafragma y una gran cantidad de músculos, funciones, etc.
Te has planteado que la comodidad con la que te puedes sentar pueda deberse a la libertad de tus costillas, su capacidad de moverse en toda dirección en el espacio, su elasticidad al respirar, la capacidad de los omóplatos para deslizarse por la caja torácica.
AY#146 propone una fina exploración de las direcciones de movimiento de la caja torácica en planos muy puros en el espacio, frontal, sagital y horizontal. A partir de esta exploración, las costillas empiezan a conectarse con los ojos, la mandíbula, la pelvis, la holgura en las caderas, los brazos... pero también la superficie del asiento, la intención de la mano, el espacio alrededor, produciendo una experiencia amplia y profunda.
Volviendo a la primera idea, el affordance, podemos ver lo genial de la visión del Método Feldenkrais: conócete a ti mismo. Así todo puede cambiar, sin necesidad de cambiar nada.
Nunca dejes de querer conocerte. Este tiempo de permanecer en casa puede ser la mejor oportunidad
para entrar de forma consciente en el proceso.
Cuando quieras, aquí estoy para acompañarte.
Una de las conexiones más claras que me trae trabajar con el Método Feldenkrais es con aquella famosa sentencia "Mens sana in corpore sano" (pincha en el enlace para conocer algunas curiosidades sobre esta frase. Quizá te sorprenda)
En estos días de encierro, parte de mi compromiso es sostener el trabajo que hago desde hace años, con la misma ilusión, aunque no pueda ver ni tocar a mis alumnos (en breve escribo algo sobre el tacto)
Continuando con el ciclo "La organización de los giros" (podéis leer sobre las clases anteriores aquí y aquí) esta semana nos encontramos con dos mujeres extraordinarias. La lección "Boca arriba, inclinar la rodilla conectando con los brazos por encima" ("Tilting the knee on back connecting to arms above") fue dictada por Mia Segal, una de las primeras y más cercanas colaboradoras de Moshe Feldenkrais, todavía viva y en activo, en una tarde de 1977 en San Francisco, donde se estaba desarrollando la primera formación en EEUU; para prepararla escuché una grabación de Olena Nitefor, donde demuestra una vez más tu extraordinaria comprensión de este trabajo y el arte que supone enseñar en clases grupales de ATM.
"¿Alguna vez te has parado
a sentir la respiración entre tus omóplatos?"
Una vez más me sorprende la inteligencia que subyace en estas lecciones:
- A lo largo de toda la ATM, la rotación se centra principalmente en la parte baja, desde la pierna que inicia el movimiento hasta la pelvis y la columna lumbar. A partir de ahí, la caja torácica, el pecho, los hombros y los brazos permanecen en un plano paralelo al piso.
- Esta acción lleva a las costillas, esternón y columna dorsal a una profunda reorganización para transmitir el movimiento hacia los brazos y así cumplir lo que indica el título de la clase. Lentamente, como un eco, el movimiento llega a los brazos con la particularidad de que no es necesario ningún tipo de esfuerzo en ellos. Los brazos no se mueven, sino que son movidos, lejos de lo que habitualmente ocurre. Esta conexión tan simple (aparentemente) produce una gran liberación en hombros, escápulas-tórax, respiración.
"A veces lo aparentemente imposible
es, simplemente, desconocido"
- La respiración, tan importante en estos días. La respiración es uno de los elementos que más nos permite identificar el estado de salud, calma y bienestar. Liberarla de frenos y esfuerzo; llevarla a lugares aparentemente imposibles, como podría ser entre los omóplatos, en tu espalda. Lo imposible es a veces, simplemente, desconocido.
Ya sabrás que la mejor forma de preparar una clase de Feldenkrais es tumbarse en el suelo y renovar la imagen en ti, para alcanzar una mayor comprensión. Cuando yo me levanté del suelo, lo primero que pude notar fue el cambio en el apoyo de mis pies. Escondidos a lo largo de la ATM, son un elemento que constantemente se está adaptando al movimiento de las rodillas, que permanecen mucho más en el primer plano de la atención.
La caja torácica, liberada de muchas de sus ataduras, puede seguir el movimiento que, en conexión con la columna dorsal, produce una sensación de giro fácil, agradable y alejada de tensiones.
Quizá para ti, si participaste de la clase o alguna vez la has experimentado, ocurrió algo más o distinto. Te invito si quieres a compartirlo aquí en los comentarios. Siempre leeros es para mi una oportunidad para seguir aprendiendo.
Gracias por estar ahí
Quien me conoce, sabe que nunca llevo corbata... al menos por fuera.
Lo que no puedo evitar es que la vida me puso una que además me queda muy bien.
Os hablo del esternón, ese hueso que tiene forma de corbata y que está situado en el mismo lugar donde se pone la corbata... y que es mucho más elegante que cualquier corbata.
En una lección como AY#217 "De lado, haciendo flexible el esternón" ("On the side, the sternum becoming flexible") Moshe Feldenkrais nos muestra, una vez más, las múltiples posibilidades de movimiento de que disponemos pero no utilizamos nunca.
"La columna dorsal, las costillas y el esternón
forman una unidad funcional indivisible"
Una clase llena de sutilezas, desde el primer movimiento, cuando propone mover la cabeza en una dirección que casi nadie espera, pasando por el descubrimiento de la unidad funcional que componen el esternón, la columna vertebral y la conexión entre ambas estructuras: las costillas. Ninguna pieza en este conjunto puede mover sin implicar a las demás.
Y, curiosamente, de todo este conjunto el esternón es la pieza menos flexible. Sin darnos cuenta, cada repetición implica a las vértebras y las costillas, llevando al esternón a moverse en direcciones poco habituales o incluso aparentemente imposibles.
Por su cercanía y sus conexiones funcionales, el esternón y su movilidad tiene una influencia extraordinaria en la posición, libertad y sostén de la cabeza. Esta conexión funcional resulta esencial para liberar a las vértebras cervicales del exceso de trabajo y lo reparte a lo largo de toda la longitud de la espalda. Este efecto produce una inmediata sensación de ligereza en el cuello, los hombros, la respiración, la espalda baja o los pies.
En estos días de recogimiento en casa, quizá encuentres un rato para tumbarte y hacer alguna clase de Feldenkrais y orientar durante un rato tu atención hacia tu cuerpo y tu bienestar.
Si es así, escríbeme y te cuento cómo hacerlo...
¿Sabías que en el año 1974 Moshe Feldenkrais visitó el Quaesitor Centre? En un tiempo en el que muchos esfuerzos se volcaban en comprender lo humano, nuestro vivir y hacer y nuestra forma de interactuar (con el entorno y entre nosotras) él era uno de los mayores referentes mundiales de esta búsqueda.
A lo largo de 4 semanas expuso, a través de lecciones grupales de ATM y conferencias, gran parte de sus ideas y de su metodología.
En esta semana estuvimos explorando una de esas lecciones que lleva el curioso título de "En oración" Si rápidamente te ha venido una imagen de personas muy quietas, tan solo respirando en una posición fija, tienes que saber que nada más lejos de la realidad.
De rodillas y con las palmas de las manos juntas es la posición de la ATM que elegí para abrir esta serie dedicada a explorar los giros...
"La capacidad de girar la columna está fuertemente ligada
a la facilidad con que la sostenemos en extensión"
Y lo curioso es que el primer tercio de la lección no hace ni un solo giro. Feldenkrais lo dedica a explorar el movimiento en el puro plano sagital (hacia delante y arriba, hacia atrás y abajo; alzando las manos y la cabeza y luego descendiéndolas; alejando y acercando la pelvis a los talones) Un hecho llamativo que nos trae la primera enseñanza:
- La columna gira con mayor facilidad si previamente está suavemente extendida. Moshe Feldenkrais, conocedor de la organización biomecánica de las vértebras empieza con una exploración que permite al sistema nervioso alcanzar suavemente un punto más neutro en la columna.
La lección continúa hasta el final con diferentes propuestas para girar. Al preparar la clase me iban surgiendo internamente algunas preguntas, derivadas de los comentarios del Feldenkrais en la lección, pero también de la experiencia que iba teniendo:
- ¿Sobre qué pierna llevar el peso cuando giramos?
- ¿Qué mecanismos del equilibrio se activan cuando estamos sobre las rodillas y no sobre los pies? ¿La dificultad para mantener el equilibrio está relacionada bidireccionalmente con la rigidez en la espalda?
- ¿Cuál es la influencia de la actividad de las caderas cuando giramos?
- ¿Por qué el giro se libera cuando la relación entre los omóplatos y la caja torácica es más elástica?
Estas preguntas y algunas más se irán clarificando a lo largo de estas 5 semanas de trabajo.
Las respuestas están almacenadas dentro de nuestro sistema nervioso y se expresan a través del movimiento.
¿Quieres sumarte a la búsqueda?
Lo sé, a veces algunas clases de Feldenkrais pueden resultar un reto.
Probablemente ésta, "Pasar los pies a través del aro de los brazos" ("Passing the feet in the arm ring") de la serie de Alexander Yanai, puede ser una de esas para muchas personas.
Cuestiones como el equilibrio, las direcciones, la secuencia espacio-temporal de la acción, la influencia de la fuerza de la gravedad o el peso de las expectativas son temas que se trabajan en esta clase que, en un primer análisis, es una lección en la que el patrón flexor es uno de los ejes del trabajo.
A través de las múltiples variaciones de un mismo patrón, nos vemos expuestos a tratar de hacer lo mismo, pero de forma diferente, para resolver el enigma constante que nos presenta la fuerza de la gravedad cuando estamos en distintas posiciones. Es lo que los Bobath llamaron "repetición sin repetición"
"El Método Feldenkrais te lleva a observar tus comportamientos, las decisiones que tomas ante las dificultades y te propone una alternativa al esfuerzo y el sufrimiento"
Pero, más allá de lo que ocurra con el movimiento, me interesó mucho observar las reacciones cuando aparecían las dificultades. Una lección de Feldenkrais (y más una como ésta) es un laboratorio de observación del comportamiento humano.
- ¿Qué haces cuando te sitúas frente a un reto?
- ¿La frustración es motivadora o te desalienta?
- ¿Es el esfuerzo una reacción habitual cuando sientes que algo no te sale?
- ¿Has probado a tomar distancia y darte tiempo? ¿Calibras si hay algo que te falta o te sobra para resolver la situación de manera más eficaz?
- ¿Confías en tu propia sabiduría y experiencia?
- ¿Qué pasaría si te fijas más en tu proceso interno que en la consecución de un objetivo?
- ¿Mereció la pena sólo porque disfrutaste de ello y te conociste mejor? ¿Cuál es la relación entre disfrutar, aprender, sentir el movimiento más libre y ligero y encontrar un mayor grado de bienestar y satisfacción contigo?
Con estas preguntas resonando dejé a mis alumnas esta semana, cierro este ciclo de "Alas en los pies" y me tomo una semana de descanso. Aprovecharé para seguir estudiando, tener una supervisión con un compañero, amigo y maestro que me acompaña desde mucho antes de que yo fuera profesor de Feldenkrais y después volveré para iniciar el siguiente ciclo: "La organización de los giros" No hay muchos huecos disponibles en mis grupos pero quizá podamos encontrar uno para ti.
¿Te animas?
Algunas veces vuelve a mi la primera frase que Moshe Feldenkrais escribe en su libro "La Autoconciencia por el Movimiento":
"Actuamos de acuerdo a una imagen de nosotros mismos"... también de acuerdo a una imagen que tenemos de la acción, o bajo la influencia del entorno y el contexto, movidos por un estado emocional...
Y justamente en esta semana, en la lección AY#258 "Doblarse e ir hacia abajo sobre una rodilla (con una silla)", que en ingles se titula "Bending and going down on one knee (chair)" hay una propuesta muy poco habitual que tiene mucho que ver con la imagen de la propia acción. A lo largo de diferentes momentos, aparece una propuesta que, a la vez que divertida, supone un reto hasta para la imaginación.
"¿Eres capaz primero de imaginar la acción? Si no, permite que el movimiento vaya aclarando las diferentes partes hasta que se genere la imagen... por eso llamamos a las clases Autoconciencia a Través del Movimiento"
¿Pueden la cabeza, el pecho y la pelvis permanecer suspendidas en el espacio mientras las piernas se mueven como mecidas por el viento? La rodilla, esa articulación que hace las veces de amortiguador entre la cadera y el tobillo guarda el secreto que permite esta increíble imagen. La evolución que sigue Feldenkrais a lo largo de esta lección y las siguientes, en una larga serie para alcanzar tal grado de refinamiento, es divertida, sorprendente, ingeniosa, retadora...
"Nada es un decir" Esta afirmación se la escuché una y otra vez a David Testal hace un par de meses en un encuentro que tuve el lujo de disfrutar con él. Te preguntarás por qué empiezo mi comentario de esta semana por ahí... Sigue leyendo y verás.
Iba buscando una lección de ATM cuando me encontré entre mis recuerdos ésta, la número 302 de la serie de Alexander Yanai que lleva por título "Liberar las caderas sosteniendo los pies (Releasing the hips by holding the feet)"
Moshe Feldenkrais era muy claro con alguno de sus conceptos. Aunque hoy (y quizá entonces) podría ser tildado de inflexible, algunas de sus ideas clave son un toque de atención para pensar hacia dónde dirigimos nuestra intención.
"Existe una diferencia entre liberar y relajar y no sólo es el uso de una palabra; es una declaración de intenciones"
Me estoy refiriendo al título de la lección y a la idea de LIBERAR FRENTE A RELAJAR. Siguiendo la definición de Berta y Karel Bobath, "el tono muscular "normal" es aquel lo suficientemente alto como para mantenernos frente a la fuerza de la gravedad y lo suficientemente bajo como para permitir el movimiento".
Un estado de contracción fuerte y permanente (parecido a lo que sentimos al tener una contractura) produce dolor y dificultad para el movimiento, pero un estado de contracción muy bajo o nulo (estado de total relajación) no nos permitiría interactuar con la gravedad y nos convertiría en "charcos"
Es por eso que Feldenkrais no usaba la palabra RELAJACIÓN casi nunca y cuando lo hacía era con extremo cuidado: en sus ideas está más cerca de un concepto como el de LIBERACIÓN.
Como escribía al principio, "nada es un decir" y se puede entender que la elección de LIBERAR frente a RELAJAR no es para nada casual. Detrás de cada instrucción, hay una intención.
Parte del esquema básico de las lecciones anteriores, en el que el pie y la cadera se mueven en sentidos contrarios respecto de la linea media, se repite una vez más pero, en esta ocasión, incorporando un patrón más complejo como es el de rodar.
Puedes ver un corto vídeo de la ATM completa gracias a un colega, Alfons Grabher.
Si quieres disfrutar de este profundo trabajo en directo, acudiendo semanalmente a clase, pincha en el botón para informarte o mándame un e-mail
En la tercera semana volvemos a Alexander Yanai. Un número tan hermoso como el de la lección 111 lleva como título "Pintar con las suelas de los pies (Painting with the soles of the feet)"
En las formaciones profesionales vemos cómo Moshe Feldenkrais a veces agrupa las clases en series, llegando a dedicar muchas clases seguidas a explorar un mismo patrón, con matices y variaciones diferentes, hasta conseguir que su repertorio de acción se amplíe mucho más allá de lo que muchas veces imaginan.
Es algo que yo en mis grupos semanales de ATM nunca he hecho hasta ahora... pero está resultando una experiencia rica, tanto para mí como para mis alumnos. La posibilidad de traer a la memoria cinestésica el trabajo anterior y poder observar lo que el cerebro ya ha incorporado y las novedades que todavía quedan por explorar.
Esta serie de tres lecciones muestra la profunda inteligencia con la que Feldenkrais diseña su trabajo. La coordinación de las diferentes posibilidades que hay para las grandes articulaciones del miembro inferior (la cadera, la rodilla, el tobillo y la subastragalina); las relaciones entre estas articulaciones y actividades como bailar, esquiar, caminar, subir o bajar escalones, andar por superficies inestables o irregulares... y como demuestran estas lecciones, todo esto en conexión con la dinámica de la caja torácica, la movilidad vertebral y el sostén de la cabeza, la relación con la gravedad, la dirección de la mirada y la libertad de la respiración.
¿Quién quiere seguir explorando?
Al final de esta serie de tres lecciones, esto dijeron algunas de mis alumnas:
- "Siento mejor equilibrio"
- "El movimiento en mi columna vertebral se sentía como un baile"
- "Realmente siento alas en los pies"
¿Has probado estas clases conmigo o con alguna colega y querrías añadir algo?
¿Eres profesor de Feldenkrais y quieres compartir el fruto de tu estudio de estas secuencias?
Escribe tus comentarios!!!!
PD: Si no la has probado o si quieres repetir, aquí puedes encontrar grabada la clase que impartí la semana pasada.
Gracias por estar ahí.
Mi publicación de hoy viene con regalo...
Muchas veces me han preguntado cuántas lecciones de Feldenkrais existen y no estoy seguro de la respuesta. Originales de Moshe Feldenkrais, aseguraría que más de mil.
Pero luego sus alumnos (hoy muchos de ellos formadores) han seguido desarrollando lecciones, unas derivadas de las lecciones ya existentes, otras creadas a partir de la experiencia particular o de otros conocimientos que no hacen otra cosa que enriquecer a un método que ya de por si es abundante.
Muchas de esas lecciones quedan reseñadas en nuestros documentos con las siglas PL (Private Library o Biblioteca Privada)
Para esta semana quise tomar algunas piezas diferentes de varias lecciones y juntarlas de una manera que me pareció coherente con las lecciones anteriores. Pienso que la clase de hoy no existía antes, o quizá lo único que he hecho ha sido llegar a una clase que ya existía pero por mi propio camino. En cualquier caso, la grabé con el deseo de que no se perdiera en mi memoria y que la podáis repetir si os apetece aclarar algo o no pudisteis venir esta semana.
Yo la llamaría "Círculos con la cabeza y con los pies"
Espero que la puedas disfrutar y si quieres, puedes contarme qué tal tu experiencia.
¡Buena práctica!
TALONES Y DEDOS EN CÍRCULOS (TALONES Y PIES EN CÍRCULOS #1)
Se trata de una lección de la serie de Alexander Yanai.
Un poco de historia... Alexander Yanai es la calle donde estaba el estudio de Moshe Feldenkrais, en Tel Aviv, donde a lo largo de muchos años trabajó, como trabajamos ahora muchos profesores de este método, dando clases semanales en grupo y sesiones individuales. En este caso es la lección número 244
La organización necesaria para que los pies contacten con el suelo de forma suave y elástica, requiere establecer algunas conexiones: la coordinación de las grandes articulaciones del miembro inferior (tobillo, rodilla, cadera); la eliminación de cualquier esfuerzo innecesario en el pie, sobre todo de los dedos en su conexión con el movimiento del tobillo; en continuidad con la lección de la semana anterior, el movimiento del pie conectado con la caja torácica y la cabeza...
La genialidad del movimiento del pie como un péndulo que cuelga por debajo de la rodilla, y cómo éste conduce a la pelvis a rodar, despertando a las vértebras, las costillas, el empuje de los brazos, la expansión del pecho... es un gran reto para el pensamiento lateral. Y resolverlo una conquista para el sistema nervioso.
Y por si fuera poco, el uso de la articulación subastragalina, los empujes de los brazos, el sutil círculo que describe la pelvis en un momento de la lección. Pequeños detalles que completan una gran experiencia.
EN ESTE ESPACIO IRÉ COLGANDO COMENTARIOS ACERCA DE LAS CLASES QUE SEMANALMENTE PROPONGO EN MIS GRUPOS.
¡VUESTROS COMENTARIOS, DUDAS Y PROPUESTAS SON BIENVENIDOS!
Aunque el mes de septiembre siempre tiene un arranque suave, a medida que tanto mis alumnos como yo vamos despertando de las vacaciones de verano, puede resultar sorprendente el título de esta entrada para quien sepa mi ritmo de trabajo a las alturas del mes de noviembre.
Pero la semana pasada, cuando empecé con mis clases semanales de ATM y mis sesiones de IF, llegó un momento en el que me paré y pude tomar consciencia... ¡No tengo trabajo!
Preparar mi clase grupal de ATM de cada semana suele suponer un especial momento de descanso: elegir cuidadosamente una lección, tumbarme en el suelo y poner la grabación para dejarme llevar por los movimientos lentos y placenteros dictados por alguno de mis maestros... o leer despacio las instrucciones, tomar notas y volver una y otra vez al piso para poder sentir en mi esqueleto el cambio en los apoyos y dejar que mi sistema nervioso encuentre una genial solución al dilema de movimiento que plantea sabiamente Moshe Feldenkrais.
“La mala postura y la conducta equivocada nacen de manera normal en los niños normales si el fin que deben alcanzar está fuera de sus posibilidades. Las personas encorvan o tensan el cuerpo innecesariamente, no porque tengan un defecto en su sistema nervioso, sino por haber sido insuficientes los medios a su alcance en el momento de encarar la nueva situación.
Nuestra dependencia de otros es tan grande que hemos de cumplir con lo que se quiere o espera de nosotros; si no, perdemos afecto paternal, aprobación social o medios de subsistencia. En diferentes fases de la vida, cada una de estas pérdidas significa aislamiento del medio habitual, que es equivalente a la propia aniquilación.
De niños, no podemos permitirnos disgustar a nuestros padres hasta el punto de afrontar su total rechazo, como tampoco podemos desafiar al mundo más allá de ciertos límites. Nuestra seguridad exige que hagamos lo que se espera de nosotros y habremos de hacerlo, podamos o no.
La mala postura manifiesta siempre la tensión emocional a la que se debió su formación. La más frecuente y observable es la tensión debida a la inseguridad en sus diferentes aspectos, como la vacilación, el temor, la duda, la aprensión, el servilismo, la obediencia ciega... y sus contrarios”
Moshe Feldenkrais: “El poder del yo”
MOVEMENTIS: BODY, BRAIN, COGNITION.
Esta ha sido mi experiencia durante 3 días en el congreso “Movementis”… me costó hasta el último día darme cuenta del juego de palabras: “movement-is: el movimiento es”
Mucha gente, muchos investigadores, neurocientíficos, bailarines, terapeutas, educadores que trabajan con la somática, arquitectos… Todos apuntando en la misma dirección: no se puede entender las cognición ni las emociones ignorando cómo funciona el cuerpo.
El sistema nervioso es el gran integrador de la experiencia humana. Ahí, en esa masa organizada de neuronas, los deseos, la memoria, los miedos, la proyección de futuro, los movimientos, las expectativas, las especulaciones, las diferentes percepciones… todo queda mezclado, pero no desordenado. Hay una organización que no es casual, pero que da vértigo sólo al darse cuenta de cómo ocurre.
Confieso que hasta ahora me había dado siempre bastante pereza organizar talleres de Feldenkrais… no por la preparación, que me apasiona, sino quizá porque es la parte de mi trabajo a la que menos caso he hecho y requiere de un impulso que me cuesta despertar.
Sí, DESPERTAR, porque la causalidad o el azar me han llevado a organizar 4 talleres seguidos en la últimas semanas y he podido descubrir que las ganas, la pasión y hasta diría que el arte necesarios ya estaban ahí, a la espera de no sé qué.
Buscar una sala, preparar un cartel, difundir el evento en las marañas sociales (ya no lo llamaría ni redes) es esa parte que se me atasca; porque luego me siento a imaginar el movimiento, repaso los materiales, recuerdo las charlas y los libros de Moshe Feldenkrais y las piezas se van encajando, conformando al final una sutil coreografía.
Pasan los años y sigo estudiando con pasión las lecciones que recibí a lo largo de los cuatro años que duró mi formación como profesor del Método Feldenkrais. El trabajo es intenso, porque a la vez voy estudiando todo lo que me llega de las muchas post-formaciones a las que me he sumado, pero me hace ilusión volver una y otra vez a aquellos primeros años, cuando los misterios del Método Feldenkrais eran nuevos para mi (ahora siguen muchas veces resultando misteriosos, pero ahora son misterios conocidos, que mantienen mi curiosidad encendida)
Hace un par de días, retomé algunas de las clases a las que tuve el privilegio de asistir, enseñadas por Myriam Pfeffer; entre ellas, un par de lecciones sobre el uso de la mandíbula y su relación con el sostén de la cabeza, el uso de la columna vertebral y la libertad de acción de la pelvis.
En el método Feldenkrais nos concentramos en la idea:
“Cambiar la forma en la que las personas actúan”
Esto, que puede resultar confuso o novedoso, es un concepto que trata de ir más allá del simple movimiento.
El acto humano (como puede ser caminar, o teclear en el ordenador ahora mismo para mi) tiene varias componentes, entre ellas PENSAMIENTO, EMOCIÓN, PERCEPCIÓN Y, claro, MOVIMIENTO.
"El movimiento es una herramienta que se convierte en un fin"
Clásicamente, la psicoterapia se ha encargado de trabajar sobre las dos primeras y las terapias físicas sobre las otras dos, percepción y movimiento. De forma clara, el método Feldenkrais utiliza como herramienta el movimiento y la forma en que nos percibimos mientras nos movemos; pero es importante destacar justamente esa palabra: “HERRAMIENTA” El movimiento y su cada vez mejor organización es un medio en el método Feldenkrais, aunque en el camino se suele acabar convirtiendo en un fin, no carente de importancia . A veces me da la impresión de que hemos llegado a despreciar el uso de los procesos mentales y del pensamiento en nuestra práctica, quizá queriendo escapar de un exceso de racionalidad, imperante en nuestra cultura occidental.
Tenemos fama de que no nos gustan las preguntas y que muchas veces las dejamos sin responder, o damos respuestas vagas. Es verdad que, en ocasiones, las charlas sobre el movimiento o la postura se podrían volver casi infinitas, puesto que hay, en los diferentes métodos, pero también en el imaginario colectivo, una cantidad de mitos, ideas preconcebidas, “falsas verdades” (bonito oxímoron) que hacen que todo sea discutible… discusión que como profesor del método Feldenkrais suelo tratar de zanjar con un “túmbate ahí y prueba este movimiento”, lo que suele acallar la mente, traer al la persona al mundo de sus sensaciones físicas y abrir un espacio para la experimentación.
Bajo este título, detrás de 268 páginas, se esconde la historia de varias vidas, incluida la mía y de cómo trabajé utilizando el Método Feldenkrais con Felipón, un niño con una lesión cerebral.
Tengo que admitir que huyo de los libros testimoniales donde alguien cuenta, a veces con poco estilo, la historia de como... se curó de una enfermedad, se hizo rico, levantó una empresa que hoy le ha hecho millonario. Suelen dejarme frío y hasta me producen una cierta sospecha acerca de la verosimilitud de lo que cuentan.
Pero, sinceramente, aquí estamos delante de una historia diferente. Quizá porque conozco a Felipón y a Rocío, porque los nombres de Candela, Rocío (otra Rocío), Felipe-padre y otros tantos me resultan familiares... o quizá porque he visto y tocado a estas personas y me he dejado tocar... pero sí, creo que este libro va de otra cosa.
No quiero comentar mucho sobre lo que puedes encontrar en sus páginas. Te dejo que lo descubras por ti misma. En parte vas a encontrar, sí, el relato de un niño de esos que parece que vienen con problemas, como si estuvieran dispuestos a destruirnos la vida y ponerla patas arriba... como escribe Rocío, un niño que hace que le miremos a él y a su entorno con cara de pena y que sólo sacan de nosotros palabras del tipo "pobrecito" o "mucho ánimo" . Pero también vas a encontrar el relato de una mujer que decidió fiarse de su intuición, de sus sentimientos, de su ser madre y de la experiencia que, por ser mujer, ha heredado de miles de generaciones anteriores.
Si vences la pereza de leer un relato que aparenta ser eso, vas a encontrar una verdad mucho más profunda. La historia de un niño que transforma todo lo que toca con sus retorcidos y rechupeteados dedos. Un niño al que yo pensé que iba a echar una mano en su aprendizaje para la vida, que aparentemente iba a aprender a caminar conmigo, pero que también me puso a caminar a mi. Con su alegría, su inteligencia, su forma de comunicarse (sin palabras por aquel entonces), su forma de retar los conocimientos que como profesional creía que tenía. Su capacidad de tirarse una sesión entera gritando como un loco para luego tirarme un beso y una sonrisa al salir por la puerta.
Toda una enseñanza acerca de la paciencia, el respeto por los procesos de la Vida, la espera y la observación, las relaciones humanas y la capacidad de ponernos en relación, desde la vulnerabilidad.
Sólo leer la introducción, merece todo el resto del libro. Después te vas a encontrar con una busqueda, muy personal, que ha dado maravillosos frutos, pero que no deja de ser muy personal. Puede que ante una situación parecida hagas lo mismo, o lo contrario, que hizo Rocío y puede que tengas el mismo resultado, o completamente el contrario. Creo que lo importante no es si vas con los Doman o a Feldenkrais, conmigo o con cualquier otro... Vacunas, nutrición, osteopatía, antibióticos... No es lo esencial, créeme. Lo esencial es que encontrarás a personas que se miraron a sí mismas, se miraron entre ellas y decidieron caminar juntas, para crecer juntas y que también saben decirse "adiós", "hasta luego", "gracias por lo vivido"
Felipón es hoy su mejor terapeuta...
Hoy Felipón, a muchos kilómetros de distancia, continúa dando pasos (literal y metafóricamente), viviendo y transformando. Nuevos retos y nuevas oportunidades.
Yo tan sólo siento agradecimiento por haber visto y tocado y ahora poder leer este libro que seguramente no habría leído en otras circunstancias.
Una sola frase te dejo de este libro, dicha por una abuela que, en lo poco que la conozco, me parece la serenidad puesta en marcha: "Este niño viene sumando y no restando"
Gracias por este regalo.
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© International Feldenkrais® Federation Archive, Jerry Karzen.
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Laboratorio de Somática Aplicada a la Arquitectura y el Paisaje